burrako Publicado 2 de Enero del 2013 Compartir Publicado 2 de Enero del 2013 Ayer tenía un planazo: Quedar con un amigo para tomar unas copas de vino en su sótano, con su jamoncito, su quesito, su cañita de lomo, su ensaladilla... lo que viene siendo como dos señores . A todo esto le sumábamos el extra de ver una peli. Tenía que ser de miedo, pues es la única persona que quiere verlas conmigo, y una sesión de sustillos de vez en cuando le reactivan a uno el cutis... xDDDD. Bien, la cena genial, amenizada con un "fail compilation" de una horita nada más y nada menos. La peli fue un mojón de kilo y medio, para qué engañarnos, pero sí que tuvo un par de momentos memorables de esos que te hacen mirar para atrás de vez en cuando si estás solo. Terminamos el plan, y bromeamos con el momento de tener que irme de su casa, salir a la calle oscura, ponerme el casco, guantes, ir a mi casa, METER LA MOTO EN EL GARAJE (150 metros de garaje colectivo bastante tétrico), etc, etc. Le eché valor y repetí para mis adentros algo como "es una puta película, además era muy mala, no pasa nada". Y un c***jo!! En cuanto mi amigo cerró la puerta de su casa parecía que me habían metido un petardo en el culo. Me acerco a la moto corriendo, abro el asiento, me pongo los guantes, arranco para ir calentando aunque fuera mínimamente, me monto, un poco de puño y... bruuummmmmmmm CLANNKKKK!!!!!!!!!!!! El puto freno de disco... ¿Cómo cojones pude olvidar el puto freno de disco? Arrrrhhhhgggg!!!!! La moto se frenó súbitamente inclinándose a la izquierda hasta el punto de llegar a asumir que besaría el suelo, pero la adrenalina del momento me hizo aguantarla como pude, y juro que aún no sé cómo pude levantarla desde un centímetro del suelo. Apago la moto, la monto en el caballete con una mezcla de cabreo y saborcillo a cojones en la boca, y me pongo a inspeccionar (y todo esto con la paranoia de que eso era una señal porque el "monstruo" me iba a comer mientras miraba la puta rueda) y no noté nada extraño. El antirrobo había conseguido rebasar la horquilla y me temí lo peor, pero por algún motivo solo se dobló un poco el trozo de plástico del antirrobo al pasar bajo la horquilla. Gracias a dios frené justo antes de que la pinza llegase al conjunto de freno, si no algo más grave hubiese pasado. Arranqué de nuevo y probé a maniobrar, pegando alguna que otra frenada brusca para asegurarme de la integridad de los frenos, y salvo que al final de la calle sonó como si algo metálico se moviese, no ha pasado nada más, ni ha vuelto a sonar nada más. Hoy la volveré a observar a plena luz del día a ver si el mal ha ido a mayores. En fin, esa es la crónica de una cagada producida por estar cagado. Abrazos!! Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Invitado streetjero Publicado 2 de Enero del 2013 Compartir Publicado 2 de Enero del 2013 eso nos pasa a casi todos Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Publicaciones recomendadas
Archivado
Este tema ahora está archivado y cerrado a otras respuestas.