Robert1 Publicado 20 de Abril del 2018 Compartir Publicado 20 de Abril del 2018 Después de un invierno que no nos dio tregua lloviendo dia sí y día también, teniamos esperanza de que el jueves y viernes de Semana Santa amainara, asi que planeamos un viajecito para conocer los Arribes del Duero. Tras mirar las previsiones del tiempo nada halagueñas para esos días aquí en Galicia, decidimos seguir adelante, al fin y al cabo, si nos cae un poco de agua, tan poco es para tanto, ya estamos acostumbrados. El jueves quedamos a las 10,30 en un área de Servicio de la A52, ya que nuestros compañeros de ruta venián desde Porriño. La mañana amaneció tranquila pero fresquita asi que tras el cafetito de rigor nos pusimos en marcha dejando la borrasca que se acercaba a nuestra espalda. Nada más arrancar compruebo que el intercomunicador no funciona, asi que me digo, pués si que empezamos bien, mi primera salida con este artilugio y no funciona. Después de unos km por la autovía salimos a la nacional y mi cabeza empieza a recordar lo sucedido en el área de servicio. Nada más salir de la cafetería había como 5 furgonetas de antidisturbios de la Policia Nacional, así que seguro que tienen algún tipo de inhibidor que hace que el dichoso aparato no funcione. Dicho y hecho, apago, enciendo y todo vuelve a la normalidad. Cruzamos Verín en dirección a Portugal y cerca de Chaves nos desviamos hacía Braganca. Aquí empieza la aventura. Portugal es un pais que me encanta, pero la mayoría de sus carreteras nacionales son como las de aquí de hace 40 años. Eso sí, con muy buén asfalto, pero curvas, curvas y más curvas, no hay ni 200 m en linea recta, y pueblo tras pueblo. En uno de ellos el primer susto del día , se me cruza un perro que libro por cm, es la segúnda vez que me ocurre, la anterior hace ya muchos años cuanto tenía la Honda CBR me lo llevé por delante y no nos caimos de milagro, me estuvieron temblando las piernas durante 10 minutos. Asi sin más contratiempos que un viento que a veces parecía querer tirarte llegamos a Braganca donde teniamos previsto comer. Por 35 euros comimos los 4. Mi mujer siempre me dice que comer así y después montar en la moto no le sienta bien, pero así seguimos haciendolo una y otra vez. Por que será?. Desde Braganca continuamos ruta hacia Zamora, haciendo un alto en el puente del Pino del Oro. Tras unos km con un vendaval que amenazaba con sacarnos de nuestro carril llegamos a Zamora, y gracias a una Agente Municipal muy amable que nos dejo pasar a la zona monumental a pesar de estar el tráfico cortado para coches debido a la cantidad de gente que había debido a las procesiones, aparcamos en en primera fila, eso sí, en una zona apartada donde no molestabamos ni interrumpiamos el paso de nadie. Tras un paseo por la ciudad atestada de gente, nos retiramos cerca de las nueve para coger dirección a Sendim (Portugal) donde habiamos reservado el Hotel. Antes de llegar a Miranda Do Douro y ya de noche empieza a llover. Puff. No recuerdo ya de cuando fué la última vez que conduje lloviendo de noche en moto. A pesar de todo, gracias a que la ctra se encuentra bastante bién y no tiene dificultades, salvo en las inmediaciones de Miranda llegamos al Hotel sin problemas, temiendonos que esto sería un avance de lo que nos esperaba. Al dia siguiente amanece despejado pero con -1º, asi que decidimos alargar un poco el desayuno y esperar que suba un poco la temperatura. Después de poner capas y más capas de ropa nos ponemos en marcha dirección a Fermoselle y Aldeadávila. La mañana fresquita pero sin lluvia, lo que nos permite ver el Pozo de Los Humos. En Aldeávila paramos a comer y mientras comiamos oimos como empieza a llover con ganas. Nos decimos, bueno que se le va a hacer, llevamos dia y medio y aún no había llovido, después de haber llamado a nuestro hijo en Ourense que nos dice que lleva lloviendo lo que no está escrito desde el jueves a mediodia. Salimos del Restaurante lloviendo y con una temperatura de 3ºC. No queda más remedio que abortar, vamonos que esto tiene muy mala pinta. A partir de ahí, no nos queda otra que pasar a Portugal y buscar la mejor manera de volver a casa lo más rápido posible. Y ya sabeis lo que sucede en estos casos, cuanto más rápido quieres ir, la carretera no colabora, lluvia a mares, granizo, nieve, viento, curvas, más curvas, subidas de puertos, bajadas que acojonan, y más, por la manía que tienen los portugueses de pintar en medio de las curvas flechas de dirección que hay que evitar a toda costa. En Torre de Moncorvo tuvimos que hacer una parada en la cafetería de una gasolinera para entrar en calor. En este punto, con nuestras mujeres al borde del colapso, las consolamos diciendoles que sólo nos quedan 170 km hasta Ourense. A partir de ahi más de lo mismo, agua, frio, nieve, sol ( a ratitos). Llegamos a Ourense sobre las 9,30 h de la noche y ya tan anestesiados que hubiesemos podido continuar. En conclusión. A pesar de que no pudimos disfrutar del viaje debido al mal tiempo, no nos arrepentimos de haberlo hecho. Después de llevar muchos años sin conducir tantos km lloviendo, la verdad es que al final me encontraba comodo y seguro. La Xciting se porta de maravilla. En espera de la próxima salida que será a los Picos de Europa. Perdón por el tocho, pero no se resumirlo mejor. Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
abhang Publicado 20 de Abril del 2018 Compartir Publicado 20 de Abril del 2018 Pues lo has resumido perfectamente, y gracias por hacernos partícipes de esta ruta; me alegro de que todo hay salido bien! Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
ugena44 Publicado 21 de Abril del 2018 Compartir Publicado 21 de Abril del 2018 Muchas gracias por compartir esa aventura. Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Emex Publicado 21 de Abril del 2018 Compartir Publicado 21 de Abril del 2018 Guaaaauuuu que experiencia mas chula, gracias por compartir un saludo Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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