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Qué vergüenza reconocer esto en público


Nex

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No la conocía. Nunca me había fijado en ella; si alguna vez me pude cruzar con ella paso desapercibida para mí. No sabía su nombre, ni su apellido. Buscaba a una en internet, no sabía a quién: tecleaba en Google un nombre y un apellido y miraba su foto.

Buscaba una que se amoldara a mi cuerpo (con algunos kilos de más, lo reconozco), a mi altura; no quería que cuando nos vieran juntos la gente pudiera decir: no, estos dos no pegan nada: ni ella es para él ni él para ella.

Y pasaba horas viendo fotos suyas, viendo videos de ella en Youtube, analizando las opiniones de algunos que ya la habían probado, que se habían montado en ella. Me puse hasta celoso. Quizá ella fuera para mí, quizá fuéramos compatibles, pero no estaba seguro.

Introducía mis medidas en www.cycle-ergo.com y me ponía encima de ella, o sentado, o de pie; me alejaba de la pantalla para ver qué efecto producíamos juntos; cerraba un ojo, cerraba el otro,…la comparaba con otras; me subía a otras, me sentaba en otras,…

Lo reconozco: superponía mi foto, la foto de mi cara tapando la cara del hombre que aparecía en la pantalla de mi ordenador encima de ella con el fin de que pareciera que era yo el que estaba subido en ella.

 Hasta que una tarde la vi; y no ya en la pantalla del ordenador sino en la calle; vi su delantera, sus curvas, sus líneas elegantes, su seriedad, su empaque; paso majestuosa junto a mí, por aquella avenida con altos olmos en sus márgenes; atardecía y un rayo del sol que ya empezaba a ocultarse por el horizonte impactó en su piel lanzando miles de destellos luminosos que la envolvieron en un halo divino, mágico; su ruido al pasar me pareció una canción del mejor Rock sinfónico del mundo; ella parecía tenerlo todo; un flechazo, lo sé; al principio no me deje llevar por los sentimientos; usa el cerebro Nex, no hagas caso al corazón, solo es un flechazo de una tarde pero se te pasará, me dije .Creo que fue en ese momento cuando me enamoré de ella

Pero los días siguientes cuando iba a teclear en Google el nombre de otra cualquiera me resultaba una labor imposible; mis pensamientos se dirigían a ella; y tecleaba su nombre y su apellido; y abría miles y miles de pestañas con sus fotos, con sus comentarios, con las opiniones de otros sobre ella: miraba sus fotos: de frente, de perfil, de medio lado, su trasero; la giraba 60, 120, 180 grados; solo veía armonía; no veía nada extraño: todo estaba en su sitio, proporcionado, alineado, simétrico,…perfecto. Ella sería para mí; sí, estaba convencido. Su parte delantera: ideal, atrevida, con unos ojos rasgados, misteriosos, atractivos, atrayentes,…... Ya solo pensaba en estar siempre con ella, a todas horas, subirme encima y no bajarme nunca, y recorrer las calles juntos, las avenidas, los parques, viajar hasta el mar, subir a aquella montaña con la cima nevada.

Y cuando todavía no le había dicho ni hola ya estaba buscando complementos para ella y complementos para mí que combinaran a la perfección; llevamos poco tiempo juntos pero creo que nuestro amor durará bastante tiempo.

Se llama Kymco, Kymco Yager, y es preciosa. Ah, se me olvidaba, es blanca.

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