-Paco, tengo 1 mes de atraso, creo que estoy preñada, mañana al médico-
En eso que suena el teléfono:
-Siii dígame-
-Somos de Endesa, le llamamos para comunicarle que lleva 1 mes de atraso-
La señora patidifusa responde:
-Pero, ¿cómo pueden saberlo?-
-Señora, nuestros ordenadores llevan registro de todos los atrasos-
La mujer pasa el teléfono al marido diciéndole:
-Toma Paco ¡tócate los huevos! son los de Endesa que saben que tengo un atraso-
El marido muy mosqueado también coge el teléfono y pregunta:
-Oiga, ¿es verdad que saben ustedes lo del retraso de mi señora?-
-Pues claro, y le estamos avisando que tiene que pagar de inmediato-
-Un pago, ¡joder!, ¿y qué pasa si no quiere pagar?-
-Pues iría a su casa personal nuestro y se la cortarían-
-¡¡¡Coñoooo!!!, ¡cortármela!, ¿y qué haría mi esposa si me la cortan?-
-Pues en adelante tendría que arreglarse con una vela-
¿Os dáis cuenta?, la forma de decir las cosas puede ser crucial, y la forma de entenderlas también.